Cuentos para trabajar emociones
- Educación emocional
Vivimos en una sociedad en la que cada vez gana más importancia y en la que cada vez somos más conscientes de la esencialidad de las emociones y, por ende, de la educación emocional. Son cada vez más las familias que se preocupan por las emociones de sus hijos y que han comprendido que su validación y su desarrollo no es competencia únicamente del colegio, si no que en casa ha de seguir. Y, para poder ofrecer la mejor educación emocional a sus hijos, son muchas las familias que buscan las mejores herramientas.
¿Sabías que los bebés comienzan a desarrollar sus emociones en el útero materno? ¿Y sabías que siguen dándonos muestras de su constante proceso emocional desde el momento de nacer? Aunque al principio únicamente nos harán llegar las emociones más animales, poco a poco comenzarán a sentir emociones un poquito más complejas que tendrán que aprenden a procesar. Serán emociones secundarias, derivadas de esas emociones primarias, pero, curiosamente, aparecen antes de que tengan desarrollada la parte del cerebro encargada de su correcto procesamiento. Es aquí, justo, cuando aparecen las primeras rabietas o pataletas. Es aquí cuando las familias comienzan a sentir que sus pequeños están ‘retándolos’, que quieren dejarlos en vergüenza o que no paran hasta salirse con la suya porque son unos egoístas.
Y, sin embargo, son muchos los padres (por suerte) que han comprendido que nada de esto es verdad: que una rabieta es un proceso necesario hacia la educación emocional, hacia el correcto desarrollo de las emociones y hacia su correcto procesamiento posterior. El problema llega cuando los padres no tienen las herramientas necesarias para hacer frente a esas rabietas y aparecen en ellos, también, su parte más animal.
Dicen los expertos que, aunque las rabietas son necesarias, una de las maneras de evitar que aparezcan de forma recurrente es adelantándose a ellas, para conseguir que no se produzcan. ¿Cómo? Con herramientas estratégicamente pensadas para ello.
Como, por ejemplo, los cuentos. Existen muchos cuentos para trabajar emociones en diferentes grados y hoy queremos proponer una serie de títulos perfectos para familias con niños pequeños.
Cuentos para educar en emociones a niños de todas las edades
Aquí va nuestra selección:
- Todo lo que sé cuando me enfado: es uno de los títulos de referencia en gestión emocional. Perfecto para explicar a los niños qué pasa en su cuerpo cuando aparece una rabieta y cómo pueden controlarlo.
- A veces estoy enfadado: forma parte de la colección ‘Pequeños GRANDES sentimientos’, de SM. Un cuento interactivo, perfecto para alumnos de Infantil, con consejos prácticos y actividades para que los peques entiendan qué pasa cuando se enfadan y cómo pueden hacer frente a todas esas emociones
- ¿Qué necesito cuando me enfado? Los expertos en Educación Positiva dicen que si aparece un episodio de baja tolerancia emocional, ofrezcamos un abrazo a los peques pero que respetemos la opción de no quererlo. Escrito por la psicóloga Tania García, ayudará a los peques a entender que no tienen por qué sentirse mal si se sienten enfadados o tristes en algún momento
- Los cuatro cerebros de Arantxa: el psicólogo Rafa Guerrero, experto en rabietas y en el cerebro infantil, escribió hace poco este cuento en el que presenta a Arantxa, una niña muy simpática con la que los niños aprenderán una buena autorregulación emocional
- Cuentos molones para educar en positivo: Isabel Cuesta, certificada en Disciplina Positiva, escribieron hace poco un libro con cinco cuentos destinados a que los peques (y sus padres) aprendan a abordar enfados y validar emociones, enfrentarse a las rabietas o a pedir perdón de manera sincera, entre otros.
- El gran libro de las emociones: un libro con más de 30 cuentos escritos por María Menéndez-Ponte que ayudarán a los niños a reconocer y gestionar todo tipo de emociones. Además, incluye fichas prácticas elaboradas por un centro especializado en educación emocional, para poner en práctica todo lo repasado en cada una de las historias de las que se compone.
La educación emocional en Agora Andorra International School
En nuestro centro somos conscientes de la importancia de la Educación Infantil en el plano emocional, afectivo, físico, social y cognitivo de los niños. Por eso, es en esta etapa educativa cuando incluimos la educación en emociones en nuestras clases. Además, supervisamos el proceso de cada niño de forma individual, a sabiendas de que cada uno trabaja a su propio ritmo.
Lo hacemos a través del juego, construyendo relaciones y experimentando con diferentes actividades prácticas.
Además, no abandonamos la educación emocional a medida que los niños aumentan de nivel educativo: en Primaria, Secundaria y Bachillerato seguimos teniéndolo muy presente.
Igual que tenemos presente la importancia de construir relaciones estrechas entre el hogar y la escuela: construimos en colaboración con los padres y sus familias para guiar a los estudiantes en su viaje por su proceso académico.
Vivimos en una sociedad en la que cada vez gana más importancia y en la que cada vez somos más conscientes de la esencialidad de las emociones y, por ende, de la educación emocional. Son cada vez más las familias que se preocupan por las emociones de sus hijos y que han comprendido que su validación y su desarrollo no es competencia únicamente del colegio, si no que en casa ha de seguir. Y, para poder ofrecer la mejor educación emocional a sus hijos, son muchas las familias que buscan las mejores herramientas.
¿Sabías que los bebés comienzan a desarrollar sus emociones en el útero materno? ¿Y sabías que siguen dándonos muestras de su constante proceso emocional desde el momento de nacer? Aunque al principio únicamente nos harán llegar las emociones más animales, poco a poco comenzarán a sentir emociones un poquito más complejas que tendrán que aprenden a procesar. Serán emociones secundarias, derivadas de esas emociones primarias, pero, curiosamente, aparecen antes de que tengan desarrollada la parte del cerebro encargada de su correcto procesamiento. Es aquí, justo, cuando aparecen las primeras rabietas o pataletas. Es aquí cuando las familias comienzan a sentir que sus pequeños están ‘retándolos’, que quieren dejarlos en vergüenza o que no paran hasta salirse con la suya porque son unos egoístas.
Y, sin embargo, son muchos los padres (por suerte) que han comprendido que nada de esto es verdad: que una rabieta es un proceso necesario hacia la educación emocional, hacia el correcto desarrollo de las emociones y hacia su correcto procesamiento posterior. El problema llega cuando los padres no tienen las herramientas necesarias para hacer frente a esas rabietas y aparecen en ellos, también, su parte más animal.
Dicen los expertos que, aunque las rabietas son necesarias, una de las maneras de evitar que aparezcan de forma recurrente es adelantándose a ellas, para conseguir que no se produzcan. ¿Cómo? Con herramientas estratégicamente pensadas para ello.
Como, por ejemplo, los cuentos. Existen muchos cuentos para trabajar emociones en diferentes grados y hoy queremos proponer una serie de títulos perfectos para familias con niños pequeños.
Cuentos para educar en emociones a niños de todas las edades
Aquí va nuestra selección:
- Todo lo que sé cuando me enfado: es uno de los títulos de referencia en gestión emocional. Perfecto para explicar a los niños qué pasa en su cuerpo cuando aparece una rabieta y cómo pueden controlarlo.
- A veces estoy enfadado: forma parte de la colección ‘Pequeños GRANDES sentimientos’, de SM. Un cuento interactivo, perfecto para alumnos de Infantil, con consejos prácticos y actividades para que los peques entiendan qué pasa cuando se enfadan y cómo pueden hacer frente a todas esas emociones
- ¿Qué necesito cuando me enfado? Los expertos en Educación Positiva dicen que si aparece un episodio de baja tolerancia emocional, ofrezcamos un abrazo a los peques pero que respetemos la opción de no quererlo. Escrito por la psicóloga Tania García, ayudará a los peques a entender que no tienen por qué sentirse mal si se sienten enfadados o tristes en algún momento
- Los cuatro cerebros de Arantxa: el psicólogo Rafa Guerrero, experto en rabietas y en el cerebro infantil, escribió hace poco este cuento en el que presenta a Arantxa, una niña muy simpática con la que los niños aprenderán una buena autorregulación emocional
- Cuentos molones para educar en positivo: Isabel Cuesta, certificada en Disciplina Positiva, escribieron hace poco un libro con cinco cuentos destinados a que los peques (y sus padres) aprendan a abordar enfados y validar emociones, enfrentarse a las rabietas o a pedir perdón de manera sincera, entre otros.
- El gran libro de las emociones: un libro con más de 30 cuentos escritos por María Menéndez-Ponte que ayudarán a los niños a reconocer y gestionar todo tipo de emociones. Además, incluye fichas prácticas elaboradas por un centro especializado en educación emocional, para poner en práctica todo lo repasado en cada una de las historias de las que se compone.
La educación emocional en Agora Andorra International School
En nuestro centro somos conscientes de la importancia de la Educación Infantil en el plano emocional, afectivo, físico, social y cognitivo de los niños. Por eso, es en esta etapa educativa cuando incluimos la educación en emociones en nuestras clases. Además, supervisamos el proceso de cada niño de forma individual, a sabiendas de que cada uno trabaja a su propio ritmo.
Lo hacemos a través del juego, construyendo relaciones y experimentando con diferentes actividades prácticas.
Además, no abandonamos la educación emocional a medida que los niños aumentan de nivel educativo: en Primaria, Secundaria y Bachillerato seguimos teniéndolo muy presente.
Igual que tenemos presente la importancia de construir relaciones estrechas entre el hogar y la escuela: construimos en colaboración con los padres y sus familias para guiar a los estudiantes en su viaje por su proceso académico.
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